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¿Cómo empezar a cocinar de forma más saludable?

Si estás aquí es porque, al igual que yo hace unos años, te has dado cuenta de que cocinar de manera saludable no es solo una tendencia, sino una necesidad si queremos cuidar nuestro cuerpo y bienestar. No es difícil, créeme, pero sí requiere algunos ajustes en cómo seleccionamos nuestros ingredientes y cómo los preparamos.

En este artículo, te voy a compartir no solo los beneficios de empezar a cocinar de forma más saludable, sino también consejos prácticos para que lo hagas sin complicarte la vida y disfrutando del proceso.

¿Por qué es importante cocinar de forma saludable?

Lo primero que quiero que entiendas es que cocinar de manera saludable no es solo para aquellos que quieren perder peso o seguir una dieta. Cocinar sano significa cuidar de tu cuerpo todos los días, aportándole los nutrientes que necesita para funcionar bien. Cuando cocinas con ingredientes frescos y técnicas adecuadas, mejoras tu digestión, te sientes con más energía y reduces el riesgo de enfermedades crónicas como la diabetes, enfermedades cardíacas o problemas de presión arterial.

Además, si piensas que cocinar saludable es aburrido, ¡prepárate para cambiar de opinión! A lo largo de este artículo verás que es todo lo contrario. Con algunos cambios sencillos, puedes disfrutar de platos llenos de sabor y que harán que te sientas mejor contigo mismo.

El primer paso: elegir ingredientes frescos y de calidad

Un aspecto fundamental para empezar a cocinar de forma saludable es la selección de los ingredientes. No podemos esperar buenos resultados si estamos trabajando con productos procesados o llenos de conservantes. Mi recomendación es que siempre optes por alimentos frescos y, si es posible, de temporada.

  1. Frutas y verduras frescas: Son la base de cualquier alimentación saludable. Intenta incluir una buena porción de vegetales en todas tus comidas y elige frutas como snack o postre.
  2. Proteínas magras: Pollo, pavo, pescados grasos como el salmón y opciones vegetarianas como legumbres o tofu son ideales para tus platos.
  3. Granos enteros: Opta por el arroz integral, la quinoa, el bulgur o la avena, ya que conservan más fibra y nutrientes que sus versiones refinadas.
  4. Grasas saludables: No te asustes de las grasas, porque no todas son malas. Usa aceite de oliva virgen extra, aguacate y frutos secos como fuentes de grasas saludables que tu cuerpo necesita.
  5. Evitar productos ultraprocesados: Si ves en las etiquetas ingredientes que ni puedes pronunciar, probablemente no sea lo más saludable. Lo ideal es que compres alimentos en su estado más natural posible.

Tip adicional: Planificar tus compras

Un truco para mantenerte fiel a una alimentación saludable es planificar tus compras. Hacer una lista antes de ir al supermercado evita que caigas en la tentación de llenar el carrito con productos innecesarios o poco saludables. ¡Y nunca vayas a comprar con hambre!

Métodos de cocción saludable: ¿Cómo deberíamos cocinar?

Una de las claves para empezar a cocinar más saludablemente es cambiar algunos de los métodos de cocción que solemos usar. Por ejemplo, freír los alimentos es algo que deberíamos reducir, porque aumenta el contenido de grasas no saludables y puede generar compuestos dañinos para nuestro cuerpo.

Aquí te dejo algunas técnicas de cocción más saludables y fáciles de implementar en tu día a día:

  1. Cocinar al vapor: Es uno de mis métodos favoritos porque conserva la mayoría de los nutrientes de los alimentos. No necesitas añadir aceites y el resultado es siempre fresco y ligero.
  2. Asar a la parrilla o al horno: Perfecto para carnes y verduras. Si usas un chorrito de aceite de oliva y algunas hierbas, conseguirás un sabor delicioso sin recurrir a salsas pesadas.
  3. Hervir o escalfar: Es ideal para preparar huevos o verduras. Solo asegúrate de no hervirlos en exceso para evitar la pérdida de nutrientes.
  4. Saltear: Si te gusta cocinar rápido, el salteado es una opción excelente. Usa una sartén antiadherente con un poco de aceite de oliva y podrás preparar platos ligeros y llenos de sabor en cuestión de minutos.
  5. Cocción lenta o al vacío: Aunque puede sonar más sofisticado, la cocción lenta es perfecta para preparar carnes tiernas y jugosas sin necesidad de añadir grasas o aceites. Además, los sabores se intensifican sin añadir salsas o aditivos.

El uso moderado de sal y azúcar

Algo que solemos pasar por alto cuando hablamos de cocinar más saludable es la cantidad de sal y azúcar que utilizamos. Ambos son ingredientes clave en muchas recetas, pero es importante usarlos con moderación para evitar problemas de salud como la hipertensión o la diabetes.

Alternativas para reducir la sal

En lugar de recurrir siempre a la sal, prueba con otras alternativas para sazonar tus platos. Las hierbas frescas y secas, como el romero, el tomillo o el orégano, pueden darle un sabor increíble a cualquier receta. También puedes usar especias como la cúrcuma, el comino o el pimentón para añadir sabor sin necesidad de sal.

¿Cómo reducir el azúcar?

Cuando cocines postres, intenta reducir la cantidad de azúcar refinada que añades o, si es posible, reemplázala con opciones más saludables como la miel, el sirope de agave o el azúcar de coco. También puedes aprovechar el dulzor natural de las frutas.

Preparar tus comidas por adelantado (Meal Prep)

La falta de tiempo es uno de los principales motivos por los que muchas personas recurren a opciones poco saludables. ¿Mi solución? El meal prep o preparación de comidas por adelantado. Con solo dedicar unas horas el fin de semana, puedes organizar tus comidas para toda la semana. Esto no solo te ayudará a ahorrar tiempo, sino que también evitará que caigas en la tentación de pedir comida rápida.

Aquí tienes algunos ejemplos de comidas que puedes preparar con antelación:

  • Ensaladas en tarro (solo agrega el aderezo justo antes de comer).
  • Verduras al vapor o asadas para acompañar tus platos principales.
  • Pechugas de pollo o pescado al horno que puedes usar en distintas recetas.
  • Salsas caseras saludables, como pesto o hummus, para tener siempre a mano.

Conclusión

Cocinar de forma más saludable no es complicado y no tienes que renunciar al sabor o al placer de comer. Con los consejos que te he dado sobre la selección de ingredientes, los métodos de cocción y la planificación, estarás un paso más cerca de mejorar tu salud y bienestar general. Recuerda que el camino hacia una mejor alimentación es un proceso gradual, así que no te apresures ni te frustres. ¡Disfruta del viaje y de cada pequeño cambio positivo que hagas en tu cocina!